30 de agosto de 2011

Hoy los dejo con esta imagen para que reflexionemos, en esta temporada elecciones, los candidatos por quienes decidamos votar, porque el hecho que podamos ejercer nuestro derecho al voto, nos llena de mucha responsabilidad, ya que, quienes elijamos podrán afectar nuestras vidas de forma irremediable, y sería absurdo que desperdiciáramos esta clase de oportunidades por no saber escoger quien o quienes realmente nos convienen.

25 de agosto de 2011

PERSONAS VR PROFESIONALES


Los profesionales de las ciencias de la salud socialmente se han caracterizado por tener un espíritu de ayuda y socorro para con el otro en estados de vulnerabilidad, promoviendo no solo la vida, sino la calidad de vida de las personas en estados de salud y enfermedad. Partiendo de la misión que en conjunto poseen estos profesionales, es importante recordar que ellos antes de ser profesionales, se les reconoció inicialmente como personas dignas de derechos, entre los cuales encontramos el derecho a la objeción de conciencia.
Pero ¿Qué es la objeción de conciencia?, en primer lugar es importante entender conciencia como el juicio reflexivo por el cual un individuo en su interior hace distinción, sobre lo bueno y lo malo, basado en sus propias convicciones morales o éticas. Aclarando el término conciencia, podremos hablar sobre el derecho a la objeción de conciencia que tiene todo ciudadano en el Estado colombiano, primero esta consagrado como derecho fundamental por la Constitución Política de Colombia en el artículo 18, donde garantiza la libertad de conciencia…
Es entonces la objeción de conciencia, un derecho fundamental basado en la teoría iusnaturalista, porque esta le atribuye al ser humano derechos pre-estatales, es decir derechos preexistentes a la formación de cualquier Estado y por lo tanto estos deben ser plenamente garantizados y respetados por los Estados y no pueden ser violados porque son inalienables al individuo.
Para el caso particular de los profesionales de la salud, la objeción de conciencia consiste en la negativa de realizar un acto, o cooperar para el mismo de manera directa o indirecta, por considerarlo contrario a su juicio moral y ético; partiendo que dicho acto ha sido aprobado por normativa legal.
Mencionado todo lo anterior ahora, hablare como profesional de la salud, no es fácil desligarse de las convicciones ético-morales como persona para actuar meramente como profesional, en casos de aborto, eutanasia etc. Día a día jugamos con la dualidad de nuestros principios personales y profesionales, en varias ocasiones las decisiones que tienen dilemas bioéticos son tomadas en conjunto para impartir imparcialidad y así garantizar los derechos del otro que es igualmente digno.
Hoy en día es difícil pensar y reflexionar solo como profesional de la salud, mis reflexiones y mi visión de igualdad, libertad, dignidad, no son las mismas, aunque como profesional de la salud me formaron para cuidar la vida y la salud, como profesional en formación en Derecho he aprendido que en algunos casos la muerte (eutanasia) o el aborto también dignifica al otro reconociéndole su autonomía, libertad y hasta su propia conciencia.

Por ultimo no se nos debe olvidar jamás que nuestra libertad de conciencia no es un abrigo que se pueda quitar, poner o cambiar según la ocasión, la libertad de conciencia se asemeja al abrigo natural por excelencia la piel.



18 de agosto de 2011

Le han llamado “El corredor verde”

Bogotá. Carrera séptima calle 26. 5:20 p.m
Carrera séptima calle 32. 5:55 p.m

Eso es un tiempo que los bogotanos hoy en día podemos considerar como normal en este tramo de la ciudad. Absurdo, ¿No? 35 minutos en un trancón; ¿Motivo? Obras de la Alcaldía… Aaayy nuestro querido Samuel…

La carrera séptima, una de las más importantes de nuestra ciudad ha sido víctima de innumerables proyectos, entre los cuales podemos mencionar, el metro (¿Cuál iba a ser mi parada?), el transmilenio, después un recorte de gastos, el transmilenio “ligero”, y de todos estos, ¿cuál se llevo a cabo?

Ahora, tenemos una nueva propuesta, que personalmente creo que puede resultar bastante interesante (ojalá que el presupuesto alcance, y que se lleve a cabo), le han llamado “El corredor verde”.

Lo que se busca con este nuevo proyecto, es generar una opción de transporte, que aunque no puede movilizar la cantidad de personas que se esperaba con el transmilenio, si es una alternativa que le puede traer mayores beneficios a la ciudad, pues al manejar buses eléctricos, se lograría una considerable reducción en la contaminación que en este momento se presenta en la vía, y al mismo tiempo se generarían otras opciones de movilidad, tales como las ciclo rutas, y , con una buena organización de los recursos, se podría llegar a habilitar otras vías que permitirían, que la “normalidad” de durar en un trancón 6 cuadras 35 minutos, una vez más resultara anormal.

Yo creo que esta es tal vez la mejor propuesta que han hecho respecto al futuro de la carrera séptima, ya que tiene una buena visión utilitarista, pues ofrece la mayor viabilidad y el mayor número de beneficios con respecto a los otros proyectos planteados, como la mejoría en la movilidad y la reducción de la contaminación (este último, en mi opinión el más importante), para el mayor número de personas, los vecinos del sector, las personas que transitamos por ahí, en general la mayoría de las personas que necesiten desplazarse desde el centro hacia el norte de la ciudad. Por lo anterior, los sacrificios que se puedan llegar a hacer en cuanto a impuestos y a uno que otro trancón, que ya no es cosa nueva para nosotros, en las primeras etapas de la obra, no tienen punto de comparación con todos los beneficios que podríamos llegar a obtener.

Esperemos que este proyecto logre materializarse, pues Bogotá no sólo necesita acabar con sus trancones, sino también tomar conciencia frente al ambiente, pues las vías se arreglan, el presupuesto se recoge, pero el aire puro eventualmente puede ser imposible de recuperar.

12 de agosto de 2011

De la Ideología Legislativa a la Realidad

En medio de una conversación con un amigo en la que pretendíamos arreglar y enderezar el país en sólo cuestión de horas, a éste se le ocurrió preguntarme: “¿Eres feliz?” Pregunta a la que precedió un silencio inevitable debido a mis intentos de procesar aquella pregunta tan simple y a la vez compleja por la subjetividad de los términos. Contesté rápidamente con un “si”, pero mi respuesta apresurada hizo que me preguntara: “¿con respecto a qué?” Si se me volviera a hacer la misma pregunta, podría reconsiderar mi respuesta, ya que no podría decir estar feliz con respecto a varias movidas y proyectos institucionales del Estado, que inevitablemente afectan el campo de acción de los ciudadanos.


La duda sobre la felicidad nace debido a no percibir un avance legislativo colombiano, sobre todo en materia de derechos de las minorías o temas controversiales que contradicen la ideología tan conservadora y religiosa del país. Por ejemplo, hace unas semanas el Partido Conservador anunció su propuesta relativa a un proyecto de ley que propone reanudar la prohibición absoluta del aborto en Colombia. En cuanto al aborto, al país le tomó años y varios debates: unos colegiados, otros religiosos y también políticos, para lograr despenalizar el aborto en sólo tres casos, y ahora, a pesar de las estadísticas, que exponen que “en Colombia el 24 por ciento de los embarazos terminan en aborto y cerca del 30 por ciento de las mujeres que tienen un aborto sufren complicaciones” (Mónica Roa: Abogada de la Universidad de los Andes y directora del proyecto Género y Justicia de Women’s Link Worldwide), se pretende olvidar el postulado de la Constitución donde se establece que el Estado es laico, y en vez de proponer que se genere una ley que produzca un mayor bien a una mayor cantidad de personas, como lo plantea la t
eoría utilitarista de Bentham, se propone un proyecto totalmente parcial, basado en intereses particulares y claramente, bastante alejado de la realidad colombiana.


La duda sobre la felicidad nace debido a cuestionarme ¿cómo es posible sentir emociones positivas cuando las políticas públicas no buscan el bien común?; ¿cómo es posible ser feliz cuando quienes aspiran a representar a un pueblo en una rama pública no entiende la realidad del país al que aspiran representar? En un país democrático es clave la oposición a varias políticas públicas para mantener vivo el sistema de frenos y contrapesos, y por lo tanto, sería válida una propuesta como la del Partido Conservador. Pero en éste caso del aborto, donde las cifras son aterradoras, y donde bien se sabe que es una acción que con o sin apoyo del Estado las mujeres lo van a realizar, ¿cabe un retroceso con respecto a la penalización del aborto, aún más cuando es una medida que quienes no están ideológicamente de acuerdo, pueden decidir no realizar?


El aborto y sus debates, es sólo uno de las discusiones que en Colombia se generan sin pensar en el interés de la comunidad, en lo mejor para ella, y en su realidad
. De nada sirve generar leyes perfectas si la realidad de la sociedad en la que se pretende aplicarlas es otra, y por lo tanto no se genera una sensación de bienestar, sino de inseguridad jurídica. El texto, es una invitación para animar a nuestros representantes estatales a que en vez de continuar produciendo acciones que sólo logran que el pueblo
colombiano no muera de hambre periodística, ya que todos los días es noticia los delitos cometidos por quienes representan a los ciudadanos en cualquiera de las tres ramas del poder público, produzcan acciones y políticas que vayan acorde al escenario y prácticas reales de la sociedad.


Y tú, ¿Eres feliz?